La fascitis plantar es la causa más común de dolor en el talón¹, tanto entre la población sedentaria, como entre las personas que practican alguna actividad deportiva. Esta afección en la planta del pie, es sin lugar a dudas una lesión recurrente entre practicantes de actividad física, y por desgracia, está presente en muchos deportes. ¿En qué consiste exactamente? ¿Qué la provoca? ¿Cómo podemos prevenirla?¿Y recuperarnos si la sufrimos?.
¿QUÉ ES LA FASCIA PLANTAR?
La fascia plantar es una banda de tejido conectivo, muy fuerte, que se origina en el calcáneo y se inserta en los tendones del antepié y las falanges proximales de los dedos del pie. Su mayor inserción está en el dedo gordo. Su función es la de sostener el arco del pie y actuar como “amortiguador” de la presión ejercida sobre el pie.² Actúa como una ”grúa” del arco plantar gracias al mecanismo Windlass.³ Está conectada con el Tendón de Aquiles a través del paratenon, dando continuidad a toda la cadena posterior, por lo que tiene mucha relación con el tríceps sural (soleo y gemelos).
Entre sus funciones destaca también controlar la pronación del pie, por lo que veremos tiene mucha relación con el tipo de pie y el tipo de pisada de cada persona.³
¿Y LA FASCITIS PLANTAR?
La fascitis plantar es una degeneración de la fascia plantar como resultado de microrroturas repetitivas de la fascia que conducen a una inflamación.² Existe controversia en cuanto a la terminología ya que no todo lo que parece fascitis es tal, siendo en ocasiones el diagnóstico erróneo. Se recomienda hacer alusión al término fasciosis ya que se parece más a una degeneración (tendinosis), que a una inflamación aguda (a la que hace referencia el sufijo “–itis”)³, aunque para no generar dificultad en la lectura del post se emplea el término fascitis.
La clínica generalmente se presenta con un inicio gradual del dolor sobre el lado medial del talón, siendo más notable en los primeros pasos matinales. El dolor puede mejorar después un corto período de movimiento, pero regresa al realizar actividades que impliquen soporte de peso prolongado, como estar de pie, caminar, saltar o correr. También puede existir dolor al levantarse después de un periodo de inactividad.¹´²
¿CUÁLES SON LAS CAUSAS DE LA FASCITIS?
Las causas son desconocidas, pero se cree que son multifactoriales.² Sí que existe una asociación significativa entre la debilidad muscular intrínseca del pie y algunas lesiones del pie como la fascitis plantar. Es decir, una musculatura del pie débil, predispone a sufrir fascitis.
¿QUÉ PODEMOS HACER PARA PREVENIRLA?
➤ Controlar la carga de entrenamiento. El exceso de volumen y/o intensidad de entrenamiento en actividades que implican estar mucho de pie, saltar, cambiar de dirección o correr puede predisponer a la lesión. Por ello es necesario ajustar los entrenamientos acorde a nuestro nivel y estado de forma.²´³
➤ Trabajar la fuerza del pie.³´⁴ Cuando la musculatura no tiene la fuerza suficiente o se fatiga, la fascia tiene que desempeñar esa tarea y puede acabar sobrecargándose. Y a la larga provoca ese dolor continuo que hemos visto. Una de las claves en el tratamiento preventivo y de recuperación es la de fortalecer toda la musculatura implicada. No existen ejercicios “receta” que sirvan para todas las personas que sufran esta lesión, pero si se observan mejorías en el tratamiento cuando se incorpora el trabajo de fuerza del pie y la pantorrilla.
➤ Corregir desequilibrios.⁵ En algunos casos se recomienda el uso de plantillas para facilitar una pisada apropiada y reducir la tensión sobre la fascia.
CONCLUSIONES¹
➤ La fascitis plantar es una causa común de dolor en el talón plantar que puede tratarse de forma eficaz con tratamiento de fisioterapia y fuerza en la mayoría de los casos.
➤ Modificar la actividad (disminuir la carga de entrenamiento), incluir estiramientos y ejercicios específicos de la fascia plantar pueden ayudar a aliviar los síntomas.
➤ Los antiinflamatorios no esteroideos (AINES) tienen una eficacia limitada para la fascitis plantar.
➤ En algunos casos puede ser necesaria la cirugía, siempre y cuando se hayan descartado todas las opciones conservadoras.
Bibliografía:
1 Trojian, T., & Tucker, A. K. (2019). Plantar fasciitis. American family physician, 99(12), 744-750.
2 Luffy, L., Grosel, J., Thomas, R., & So, E. (2018). Plantar fasciitis: a review of treatments. Journal of the American Academy of PAs, 31(1), 20-24.
3 Huffer, D., Hing, W., Newton, R., & Clair, M. (2017). Strength training for plantar fasciitis and the intrinsic foot musculature: A systematic review. Physical Therapy in Sport, 24, 44-52.
4 Motley, T. (2021). Plantar Fasciitis/Fasciosis. Clinics in podiatric medicine and surgery, 38(2), 193-200.
5 Buchanan, B. K., & Kushner, D. (2017). Plantar fasciitis.
Jaime González Mancha I Especialista en entrenamiento y nutrición deportiva.
Redactor Técnico de Infisport
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