El músculo representa alrededor del 40-45% del peso total del organismo, lo que indica su importancia en los tejidos del cuerpo. La lesión muscular es frecuente en el ámbito deportivo. En general, se ha asumido que los patrones de lesiones en los atletas son más específicos del deporte que del género. ¹ El músculo esquelético es susceptible a lesiones después de un trauma directo (por ejemplo, actividades físicas intensivas, laceraciones) o como resultado de causas indirectas como disfunción neurológica o defectos genéticos innatos. Si no se reparan, estas lesiones pueden conducir a la pérdida de masa muscular, la deficiencia locomotora. El mantenimiento de una musculatura esquelética funcional se confiere por su notable capacidad de regeneración. De hecho, tras una lesión muscular, se activa un conjunto de respuestas celulares perfectamente orquestadas, lo que resulta en la regeneración de un aparato muscular contráctil, bien vascularizado y bien inervado.²
TIPOS DE LESIONES MUSCULARES DEPORTIVAS
Las lesiones musculares deportivas se producen por los siguientes mecanismos: ³,⁴,⁵,⁶
Directo o extrínseco: contusiones y golpes. Habituales de los deportes de contacto y deportes de riesgo. La gravedad depende de la violencia del impacto, la dirección y orientación del mismo y de sí el músculo estaba o no contraído (en contracción es más vulnerable). Puede ser desde una simple contusión, contusión con rotura, derrame serohemático (desplazamiento de la piel sobre la aponeurosis), hernia muscular (por rotura de la fascia) o síndrome compartimental (la fibra muscular se comprime dentro del estuche aponeurótico).
Mecanismo indirecto o intrínseco. Típica lesión de las actividades repetidas, breves y de alta intensidad como los sprints o los saltos. Las causas más frecuentes son el fallo de sinergismo muscular (músculos biarticulares), un estiramiento violento, músculos sobrecargados, mal preparados o con antecedentes de lesión previa. De más leve (estiramiento) a más grave (rotura fibrilar y rotura muscular).
➥ SIN TRAUMA APARENTE
DOMS: Un reciente estudio⁷ categoriza las famosas agujetas como una compresión aguda de las terminaciones nerviosas en el huso muscular. Podría coincidir con una micro lesión de los tejidos circundantes. Y se habla de micro daño neuronal en lugar de daño muscular.
También se encuadran la contractura muscular, los calambres o rampas y el síndrome compartimental (más grave que las otras). Producido por hipertrofia muscular, el continente del músculo (aponeurosis) es insuficiente para albergarlo.
REHABILITACIÓN DE LESIONES MUSCULARES
Las lesiones musculares deportivas (laceraciones, contusiones o distensiones) son, con mucho, las más frecuentes en el deporte. Después de los primeros auxilios siguiendo el principio RICE (descanso, hielo, compresión y elevación), la terapia debe adaptarse de acuerdo con la gravedad de la lesión. La mayoría de las lesiones musculares deportivas pueden tratarse de manera conservadora con una excelente recuperación, pero las rupturas completas con pérdida completa de la función deben tratarse quirúrgicamente. Inmediatamente después de la lesión, se necesita un breve período de inmovilización. Se requiere una movilización temprana para vigorizar la adhesión, la orientación de las fibras musculares en regeneración, la revascularización y la reabsorción de la cicatriz del tejido conectivo. Otro objetivo importante de la movilización temprana, especialmente en medicina deportiva clínica, es minimizar la atrofia inducida por la inactividad, así como la pérdida de fuerza y extensibilidad, que aparecen rápidamente secuelas adversas de inmovilización prolongada.²
ALIMENTOS PARA TRATAR LESIONES MUSCULARES DEPORTIVAS
El desafío nutricional obvio durante un período de la inmovilización es reducir simultáneamente las tasas de atrofia muscular y aumento de grasa corporal. En una tentativa de lograr ambos objetivos, eligieron intervenir con una dieta baja en carbohidratos y alta en proteínas durante las 8 semanas iniciales período (con una ganancia de sólo 0.8kg de masa grasa en el periodo inicial), mejorando el perfil antropométrico después de todo el periodo de lesión.⁸ La pérdida de masa muscular durante la lesión ocurre por una reducción de la síntesis proteica a nivel basal.⁹ La evidencia sugiere que manipular la ingesta de proteínas a través de proteínas dietéticas o suplementos de aminoácidos libres disminuye la atrofia muscular y / o preserva la función muscular en modelos experimentales (es decir, inmovilización y reposo en cama en poblaciones sanas). Dado que el ejercicio sensibiliza el músculo esquelético al efecto anabólico de la ingestión de proteínas, la rehabilitación temprana puede actuar de manera sinérgica con la proteína de la dieta para proteger la masa muscular y la función durante las condiciones de desuso posteriores a la lesión.¹⁰
La ingesta diaria de proteínas entre 1.6 y 2.5g/kg de peso pueden requerirse para mantener la masa muscular en fases de desuso. Esto debe conseguirse con el consumo regular (4-6 veces/día) de cantidades adecuadas (20-35g) de fuentes proteicas de rápida digestión con alto contenido en leucina (2.5-3g) y espaciadas a lo largo del día (cada 3-4h).¹⁰
Debido al menor gasto energético es necesario controlar la ingesta óptima de macronutrinetes para no ganar masa grasa, sin embargo un déficit energético acelera la pérdida de masa muscular, por lo que el balance energético es indispensable.¹⁰
Los ácidos grasos omega-3, los BCAAs, creatina y el HMB también pueden ayudar a mantener la síntesis proteica durante la lesión.¹⁰
Bibliografía:
1 Ristolainen, L., Heinonen, A., Waller, B., Kujala, U. M., & Kettunen, J. A. (2009). Gender differences in sport injury risk and types of inju-ries: a retrospective twelve-month study on cross-country skiers, swimmers, long-distance runners and soccer players. Journal of sports science & medicine, 8(3), 443.
2 Charge, S. B., & Rudnicki, M. A. (2004). Cellular and molecular regulation of muscle regeneration. Physiological reviews, 84(1), 209-238.
3 Phillips, L. H. (2000). Sports injury incidence. British Journal of Sports Medicine, 34(2), 133-136.
4 McBain, K., Shrier, I., Shultz, R., Meeuwisse, W. H., Klügl, M., Garza, D., & Matheson, G. O. (2012). Prevention of sports injury I: a systematic review of applied biomechanics and physiology outcomes research. Br J Sports Med, 46(3), 169-173.
5 Klügl, M., Shrier, I., McBain, K., Shultz, R., Meeuwisse, W. H., Garza, D., & Matheson, G. O. (2010). The prevention of sport injury: an analysis of 12 000 published manuscripts. Clinical Journal of Sport Medicine, 20(6), 407-412.
6 Järvinen, T. A., Kääriäinen, M., Järvinen, M., & Kalimo, H. (2000). Muscle strain injuries. Current opinion in rheumatology, 12(2), 155-161.
7 Sonkodi, B., Berkes, I., & Koltai, E. (2020). Have We Looked in the Wrong Direction for More Than 100 Years? Delayed Onset Muscle Soreness Is, in Fact, Neural Microdamage Rather Than Muscle Damage. Antioxidants, 9(3), 212.
8 Milsom, J., Barreira, P., Burgess, D. J., Iqbal, Z., & Morton, J. P. (2014). Case study: Muscle atrophy and hypertrophy in a premier league soccer player during rehabilitation from ACL injury. International Journal of Sport Nutrition and Exercise Metabolism, 24(5), 543-552.
9 Howard, E. E., Pasiakos, S. M., Blesso, C. N., Fussell, M. A., & Rodriguez, N. R. (2020). Divergent Roles of Inflammation in Skeletal Muscle Recovery From Injury. Frontiers in Physiology, 11, 87.
10 Wall, B. T., Morton, J. P., & van Loon, L. J. (2015). Strategies to maintain skeletal muscle mass in the injured athlete: nutritional considerations and exercise mimetics. European journal of sport science, 15(1), 53-62.
Jaime González Mancha I Especialista en entrenamiento y nutrición deportiva.
Redactor Técnico de Infisport